miércoles, 30 de julio de 2008

Treinta años de esclavitud y cuatro en la Casa Blanca - Elizabeth Keckley

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Reseña - realizada por Pilar Alonso y publicada en www.ciberanika.com

Ellago Ediciones
332 páginas
Género: Memorias



Elisabeth Keckley narra su vida en este libro, primero como esclava y luego como mujer libre y modista, primero de la mujer de Jefferson Davis, y luego de la esposa de Abraham Lincoln.


Opinión

Este libro, publicado en abril de 1868, fue objeto de duras críticas, tanto entre los blancos como entre los afroamericanos, y acabó siendo censurado por unos y otros.

Keckley justifica su libro al inicio, diciendo que lo escribe para romper una lanza a favor de Mary Lincoln, que fue duramente vilipendiada tras el asesinato de su marido. Y ése es el ánimo con el que el lector se enfrenta a su lectura.

Pero no tarda en cambiar de opinión. Keckley no sólo retrata a la que había sido su clienta y amiga de una forma poco halagüeña, evidenciando sus defectos, debilidades y mezquindades, (que las tenía) sino que se presenta a sí misma como el contrapunto a dichos comportamientos, intachable, generosa e íntegra, todo ello disfrazado de un falso deseo de justicia para su antigua benefactora.

Por si eso fuera poco, al final añade un apéndice con las cartas íntimas que la esposa de Abraham Lincoln le escribió durante una época especialmente dura para ella, de nuevo bajo la pátina de hacer que los demás conozcan a la verdadera Mary Lincoln y cesen de acusarla de todo tipo de escándalos. Un hecho realmente deplorable, que explica las duras críticas a las que tuvo que hacer frente y la ruptura de relaciones con la Señora Lincoln.

Con la excusa de dar a conocer al público los verdaderos entresijos de la Casa Blanca, Keckley se convierte en la protagonista de su propia obra, poseedora de la única y legítima verdad, con una prosa en ocasiones almibarada hasta el exceso para demostrar sus innumerables virtudes y las del que fue el Presidente de los Estados Unidos con quien, sin decirlo abiertamente, se identifica y compara.

Todo ello consigue que logre caer mal al lector, que desde muy temprano se da cuenta de las verdaderas intenciones de la escritora. No obstante, es innegable la importancia que posee el texto como documento histórico y desde ese prisma hay que leerlo. La Guerra Civil, la reconstrucción del Sur, la situación de los esclavos, su liberación, y sin duda algunos aspectos más humanos del Presidente y su esposa, incluidos el asesinato del primero y las vicisitudes de la segunda, que atravesó por una delicada situación económica tras quedarse viuda y que es el personaje alrededor del que gira toda la trama (excluyendo, claro está, a la propia autora).

El estudio sobre la obra que Carme Manuel Cuenca realiza al final del libro, así como las notas a pie de página, son sin duda la parte más interesante. El análisis crítico es esencial para comprender el verdadero significado del texto, su alcance y su valor.
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sábado, 26 de julio de 2008

Tesoros bajo la catedral

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Apuntes - por Pilar Alonso


En la última novela de Philipp Vandenberg, Pájaros negros sobre la catedral, el personaje de Ulrich von Engingen, un arquitecto alemán del siglo XIV, desvela algunos misterios acerca de la construcción de las catedrales góticas, entre ellos uno bastante singular.

Durante su construcción, muchas personas hacían que fuesen enterrados bajo los pedestales de las estatuas, los sillares o las columnas, joyas, monedas y sus nombres. Con la llegada del Día del Juicio Final, la tierra temblaría de tal modo que las catedrales se derrumbarían, dejando al descubierto dichos objetos. De ese modo pretendían ser los primeros en subir al cielo.

Los lugares donde se ocultaban las alhajas parecían seguir un esquema fijo aplicable a todas ellas, y todos los Maestros los conocían.

Aunque resulta difícil confirmar dicha hipótesis, que no parece descabellada, una no puede dejar de preguntarse, de ser cierto, qué secretos esconderán catedrales como las de Milán, Estrasburgo, Nôtre Dame, Canterbury o Burgos, y a quién pertenecerán esos fragmentos de inmortalidad ocultos entre sus piedras.
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jueves, 24 de julio de 2008

El sueño milenario - Antonio Cabanas

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Reseña - realizada por Pilar Alonso y publicada en www.ciberanika.com


Editorial Temas de Hoy
608 páginas
Género: Novela


Julia, profesora de historia, lleva una vida rutinaria junto a su marido y sus dos hijos. Un día, acude como espectadora a una subasta, donde la pieza estrella es una extraña antigüedad egipcia.

A partir de ese instante su vida queda ligada a la reliquia y se ve sumergida en una aventura llena de peligros y emociones, que incluyen un viaje a El Cairo, unos personajes fascinantes y una oscura y olvidada leyenda.


Opinión

Con esta, su tercera novela, Antonio Cabanas vuelve a transportarnos a Egipto, en este caso al Egipto moderno. Un escarabajo con una enigmática inscripción es el punto de partida para una historia de aventuras en toda regla, donde una mujer corriente se convierte en la estrella de unos sucesos que a más de uno nos encantaría protagonizar.

Destacan las numerosas referencias a la cultura antigua, a sus mitos y a sus leyendas, que se introducen en la trama con cierta soltura, proporcionando una pátina de erudición muy acorde con la trama, sin que en ningún caso se conviertan en un lastre para los hechos que se están narrando.

Con una prosa atractiva y cultivada, Cabanas sumerge al lector sin esfuerzo en una historia bien hilvanada, con grandes dosis de acción, intriga y misterio, hasta el punto que resulta casi imposible abandonar la lectura.

Pero el viaje de Julia no es sólo el relato de una aventura, es también el viaje hacia el interior de sí misma para descubrir sus propias limitaciones y el verdadero valor de las cosas.

Además de eso, el autor vuelve a demostrar sus conocimientos sobre Egipto, sus barrios, sus costumbres, su gastronomía, sus gentes... con anécdotas y detalles de lo más interesantes, que no hacen sino aumentar el nivel de la novela.

Los personajes están bien trabajados, y algunos de ellos, como lord Bronsbury o Abdul-al-Fatah, en El Cairo, son fascinantes, la historia resulta de lo más sugerente, el ritmo es adecuado y la ambientación perfecta.

El sueño milenario confirma a Antonio Cabanas como uno de los novelistas más prometedores de nuestras letras.
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Entrevista a Antonio Cabanas por "El sueño milenario"

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Realizada por Pilar Alonso y publicada en www.ciberanika.com

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Antonio Cabanas es piloto de Iberia y un apasionado del Antiguo Egipto, país que ha visitado en numerosas ocasiones. Ha realizado estudios de egiptología y escritura egipcia y es miembro de la Asociación Española de Egiptología desde 1990.
Ha publicado dos novelas, El ladrón de tumbas (2004) y La conjura del faraón (2006), y un libro de divulgación: Los secretos de Osiris (2006) los tres con gran éxito de crítica y público.
El sueño milenario es su última novela y nos ha contestado a esta entrevista.
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El ladrón de tumbas, La conjura del faraón, Los secretos de Osiris... y ahora El sueño milenario. ¿De dónde le viene a Antonio Cabanas su amor por Egipto?
De la infancia. Ya en el colegio sentía fascinación por el Antiguo Egipto.

La novela se inicia con la entrada del cuarto hijo de Ramsés II en el interior de una tumba. ¿Ya era frecuente por entonces la profanación de tumbas, basándose en la ciencia, el arte o la historia?
La profanación de tumbas es tan antigua como la propia civilización del Valle del Nilo, sin embargo, a partir de la XXI Dinastía los saqueos se generalizaron a través de bandas organizadas cuyo único interés era el de expoliarlas.

La maldición por la que se prohíbe pronunciar el nombre de un determinado personaje resulta estremecedora, no sé si ello conllevaría además el borrar su nombre de documentos y monumentos. ¿Se sabe si llegó a pronunciarse alguna vez? ¿Es posible que exista algún faraón o personaje influyente que no haya llegado a nosotros debido a ese motivo?
Efectivamente, el nombre se borraba de los monumentos y documentos, y hubo faraones que fueron condenados al olvido. Los más conocidos fueron Tutankhamón, Akhenaton, y la reina Hatshepsut. En el templo de Abydos existe una tabla grabada en la piedra con los nombres de los reyes hasta Seti I. En ella están excluidos los tres faraones mencionados anteriormente.

En la novela habla de los clubs masculinos de Londres: el Travellers Club, el White’s y el Brook’s. ¿Siguen existiendo y frecuentándose? Y, de ser así, ¿continúan siendo tan exclusivos?
Por supuesto que existen; yo mismo he tenido la oportunidad de visitar alguno de ellos y, efectivamente, son tan exclusivos como explico en mi última novela.

En un momento determinado, se comenta, a través de un personaje, que queda al menos un setenta por ciento de hallazgos por descubrir en Egipto, una cifra más que considerable. ¿Ya pasó la época dorada de las excavaciones?
En la actualidad continúan las excavaciones en Egipto, aunque única y exclusivamente con fines científicos. Todos los hallazgos pertenecen al Estado, y no pueden ser sacados del país. Hace cien años las cosas eran diferentes, pues los hallazgos arqueológicos solían repartirse entre el excavador y el Estado que así le resarcía en parte de los gastos.

Según comenta en su libro, para sacar piezas del país no hay como sobornar a los funcionarios, pese a las durísimas penas a las que se arriesgan. ¿Resulta realmente tan fácil?
El expolio del patrimonio egipcio es un delito muy perseguido. Particularmente jamás se me ocurriría sacar ninguna pieza del país.

Una de las cosas que más me han llamado la atención ha sido la descripción de los sótanos del Museo de El Cairo. Sesenta mil piezas por catalogar y no hay lugar donde exponerlas. Sin duda allí se encontrarán algunas maravillas de las que nadie tiene conocimiento.
Así es. En “el sueño milenario” se explica como son dichos sótanos y lo que contienen. Existen verdaderas maravillas pendientes de catalogar que esperan pacientemente salir a la luz. Hace no mucho el Dr. Hawass descubrió, nada menos, la momia de la reina Hatshepsut. Llevaba casi cien años en los sótanos sin que nadie se hubiera percatado de ello.

Egipto debe recibir miles de visitas de turistas al año, pero para los habitantes de El Cairo, según cuenta en la novela, su propia historia les tiene un poco sin cuidado y la mayoría de ellos no se habrán molestado en visitar las grandes maravillas que alberga su país. ¿A qué cree que se debe esa “indiferencia”?
Al hecho de que los actuales egipcios pertenecen a otra cultura que no tiene nada que ver con la de sus antepasados. Ellos son árabes, y esa es la cultura que prevalece entre su sociedad.

Antonio Cabanas hace un recorrido, a través de sus páginas, por el Egipto de Naguib Mahfuz. ¿Un homenaje al Premio Nobel de literatura?
En cierto modo. Soy un rendido admirador de su obra. Mahfud era un maestro.

Sorprende que en la actualidad continúen existiendo ladrones de tumbas, familias que se han dedicado a eso durante generaciones.
Le aseguro que es cierto.

En la novela se hace un recorrido por El Cairo y sus alrededores: el Museo, la Ciudad de los Muertos, el Khan-al-Khalili y muchos otros... ¿cuál de todos los escenarios ha conmovido especialmente a Antonio Cabanas?
La Ciudad de los Muertos. Es un lugar terrible y muy peligroso. La miseria humana y la muerte gobiernan en ese lugar.

De haber sido coetáneo de Auguste Mariette, ¿dónde habría estado Antonio Cabanas?
A su lado.

Egipto siempre fue un país cargado de magia, leyenda y misterio. ¿Cuándo empezó a perderse todo eso?
Obviamente lejos queda el esplendor del Egipto faraónico, aunque en mi opinión Egipto sigue manteniendo esa carga a la que te refieres.

Antonio Cabanas es miembro de la Asociación Española de Egiptología. Un consejo para nuestros lectores: si alguien que quiera adentrarse en la historia de Egipto, ¿por dónde debería comenzar?
Por leer. Existen magnificas obras con las que poder adentrarse en el estudio del Antiguo Egipto; creo que ese sería el mejor comienzo.

¿Cuál es, para su gusto, la época dinástica más fascinante de la historia de Egipto?
Todas me parecen interesantes aunque siento debilidad por el periodo que abarca la III, IV y V Dinastía. La Época de las grandes pirámides, cuando los faraones ostentaban todo el poder en Egipto.

Su próximo trabajo ¿también estará ambientado en Egipto? ¿Puede adelantarnos algo?
No lo sé. De momento voy a descansar. Llevo varios años sin poder disfrutar de vacaciones.

Si quiere añadir algo más...
Agradecerte tu confianza por esta entrevista.

Ha sido un placer leer su novela y tener la oportunidad de entrevistarle. Muchas gracias y mucha suerte en el futuro.
Gracias Pilar.

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martes, 22 de julio de 2008

El juego de las maldiciones - Clive Barker

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Reseña - realizada por Pilar Alonso y publicada en www.ciberanika.com

Editorial La Factoría de Ideas
374 páginas
Género: Novela
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Marty Strauss está cumpliendo condena en prisión cuando se le ofrece la libertad condicional a cambio de convertirse en el guardaespaldas de un excéntrico millonario, el señor Whitehead.

Parece un trabajo fácil y una oportunidad para comenzar de nuevo, pero el Sr. Whitehead esconde un oscuro secreto relacionado con una partida de cartas que tuvo lugar muchos años atrás. Ahora, el ser contra el que apostó ha venido a buscarle y Marty Strauss deberá proteger a su jefe contra una fuerza terrorífica.


Opinión

Clive Barker está considerado como uno de los maestros del terror y como tal se muestra en esta estremecedora novela. Lo que parece una inocente partida se transforma en una horrible pesadilla para sus protagonistas, en una obra tan turbadora como intrigante.

Desde el inicio de la historia, en la ruinosa Varsovia del fin de la Segunda Guerra Mundial, magníficamente recreada, uno se queda pegado a las páginas de la novela y asiste, entre atemorizado y expectante, al desarrollo de los acontecimientos.

El preso que obtiene la libertad condicional, el millonario excéntrico, la hija drogadicta, el hombre que es su mano derecha y que se está planteando algunas cosas, el muerto viviente acólito del mal y, por supuesto, el extraño ser que acude para saldar una antigua deuda. Todos los personajes desempeñan perfectamente su papel en la trama de la mano de uno de los expertos del género, que sumerge al lector en episodios de una gran crudeza, siniestras alucinaciones e imágenes intensas y turbadoras.

Ritmo, terror e intriga son las notas que caracterizan El juego de las maldiciones, una novela que no dejará indiferente a ningún lector.
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sábado, 19 de julio de 2008

Alma del pasado - Brian Lumley

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Reseña - realizada por Pilar Alonso y publicada en www.ciberanika.com
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Editorial La Factoría de Ideas
348 páginas
Género: Novela
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Khai es el hijo del arquitecto del faraón y el destino le lleva a descubrir cuál es la verdadera naturaleza de su rey. Obligado a huir, llegará al vecino Kush y allí se convertirá en general de los ejércitos enemigos y en amante de la reina Ashtarta.

Pero Khai será víctima de un conjuro de los magos del faraón, que lo llevará hasta la Inglaterra actual, de donde deberá ser rescatado.

Un viaje por el Antiguo Egipto lleno de peligros y aventuras.


Opinión

Briam Lumley, famoso por sus “Crónicas necrománticas” escribió en 1980 esta historia ambientada en el más lejano Egipto, antes de las pirámides y de los grandes faraones.

Lovecraft, ídolo de Lumley, ya llamó Khem a Egipto en “Los mitos de Cthulhu” y Lumley no ha hecho más que explorar el terreno y dotarlo de un realismo asombroso.

Magia, viajes en el tiempo, conjuros y hechizos, ritos sanguinarios... son la parte más fantástica de la novela. Peligros, aventuras y traiciones forman la otra mitad. Juntas consiguen una novela bien ambientada y sumamente adictiva.

La parte que transcurre en la Inglaterra actual es ínfima, la novela se basa especialmente en la historia de Khai, desde su niñez en Khem hasta su regreso, y es sin duda lo más atractivo de Alma del pasado. Nos encontramos en un Egipto desconocido y misterioso, poblado de campos y verdor antes de que todo se convirtiera en desierto. Y Lumley consigue hacer creíble la imagen de una tierra que tan poco tiene que ver con lo que sabemos actualmente de ella.

El lector consigue verse transportado sin esfuerzo a una época tan distante, vibra con la historia de Khai, se emociona, se enfurece, se apasiona... y disfruta hasta la última línea.

Alma del pasado es una novela fantástica repleta de aventuras, pero es también un recorrido por un Egipto imaginario que deja muy buen sabor de boca.
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martes, 15 de julio de 2008

Shalom Sefarad - G.H. Guarch

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Reseña - realizada por Pilar Alonso y publicada en www.ciberanika.com
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Editorial Almuzara
542 páginas
Género: Novela
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Shalom Sefarad, que ya ha sido traducida y publicada en hebreo por Bambook Publishers (Tel Aviv), narra la historia de David Meziel, un judío español que debe huir de su tierra en 1492, a los 14 años, tras la muerte de su familia a manos de la Inquisición.

Su éxodo le llevará primero a Portugal, y más tarde a Túnez, Egipto y Estambul, donde terminará al servicio de Suleyman el Magnífico.

En su viaje no sólo recorrerá maravillosos escenarios, sino que conocerá la historia de muchos judíos y musulmanes dispuestos a compartir su conocimiento y experiencias.


Opinión

Shalom Sefarad es sin duda una clase de historia acerca de la expulsión de los judíos por los Reyes Católicos, la persecución por parte de la Inquisición y el terrible destino al que se enfrentaron la mayoría de ellos.

A través de los distintos personajes con los que se va encontrando el protagonista, el autor recrea los episodios que marcaron la expulsión primero de los judíos y más tarde de los moriscos, haciendo hincapié en los verdaderos motivos de tales hechos, que no fueron otros que la envidia y el miedo a lo diferente. Desde ese prisma, Guarch nos obsequia con una serie de historias dentro de la novela, en forma de monólogos, que sustentan y avalan tales causas y que ilustran a la perfección uno de los períodos más oscuros de la Historia de España.

El recurso de acudir a otros para que narren los sucesos, en una novela prácticamente exenta de diálogos, puede resultar un tanto pesado en ocasiones, porque casi todas ellas explican los mismos hechos con pocas variantes y el espectador, que no es otro que David Meziel, extrae de ellas casi idénticas conclusiones. Y es que la novela no es tanto la narración de las aventuras de este joven como el servirse de múltiples personajes para ofrecer al lector una imagen de conjunto de lo que fueron aquellos años, tanto en España como en el Mediterráneo. Porque Meziel, además, pasa gran parte de su vida entre médicos musulmanes, que también tienen sus propias historias, y que enriquecen aún más una novela que se caracteriza por su erudición, su pasión y su belleza.

Tal vez una de las cosas que más llaman la atención, especialmente en nuestros días, era el clima de entendimiento entre judíos y musulmanes. No es que su convivencia fuese muy estrecha, pero se entendían, se respetaban, se admiraban y, en más de una ocasión, se ayudaban. No es de extrañar, teniendo en cuenta que en aquellos días ambas culturas representaban lo más avanzado de su tiempo, tanto en Medicina como en otras ramas del saber: Matemáticas, Astronomía, Botánica, Ciencia...

Es innegable que, con la expulsión tanto de unos como de otros, España perdió gran parte de su cultura y que eso marcó el signo de los siglos venideros, un hecho que queda más que patente en Shalom Sefarad, una recreación histórica de gran profundidad, narrada con ritmo y con episodios de una fuerza sobrecogedora..
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Entrevista a G.H.Guarch por "Shalom Sefarad"

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Realizada por Pilar Alonso y publicada en www.ciberanika.com

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G.H. Guarch es arquitecto y urbanista y reside en Almería. Asiduo colaborador en periódicos y revistas, ha publicado, entre otros: Historia de tres mujeres. Crónica de una guerra, sobre el conflicto de Yugoslavia; El jardín de arena, análisis del conflicto civil y religioso en la Argelia actual; Las puertas del Paraíso, premio de Narrativa Vicente Blasco Ibáñez, 1997, una novela sobre el Egipto de Nasser; El árbol armenio, novela sobre el genocidio armenio, que obtuvo la Medalla de Oro al Mérito Cultural de la R. Armenia, así como el nombramiento de Miembro Honorario de la Academia de Ciencias y Letras Armenia.
Shalom Sefarad es uno de sus últimos trabajos y el autor se prestó amablemente a contestar a esta entrevista.
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¿Cómo surgió la idea de escribir sobre la expulsión de los judíos, sobre David Meziel?
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No soy judío, ni que yo sepa llevo sangre judía. Aunque una bisabuela de mi abuelo Juan Guarch de la Torre se llamaba Raimunda Guarch Salom. Es decir, esa posible gota de sangre sefardí fue la que me hizo ver que todos podíamos estar implicados en la causa de la expulsión de los judíos sefardíes de España. Me puse a investigar y a leer y decidí escribir sobre ello, como una de las mayores injusticias históricas que se han cometido en Europa.


La novela está extraordinariamente bien documentada. ¿Ha resultado una tarea complicada recabar tanta información?

He leído mucho desde muy joven, con apenas doce años leía ya a los clásicos franceses y europeos, porque mi madre era una voraz devoradora de libros. Recuerdo que la colección de revistas se llamaba “Novelas y cuentos”, a 30 céntimos el ejemplar. En homenaje a esa transmisión cultural, firmo mis libros con su apellido, ya que mi nombre completo es Gonzalo Hernández Guarch.
Mi padre era oficial de la marina mercante y siempre nos contaba anécdotas de sus viajes por el mundo, lo que me llevó a pensar de una manera “internacional” desde el principio. Intento hacer las cosas lo mejor posible, y por ello cuando voy a escribir sobre algún tema, me documento en profundidad, incluso viajo a los lugares y si tengo ocasión, hablo con personas expertas sobre el tema.


Shalom Sefarad ya ha sido traducida y publicada en hebreo. ¿Qué acogida está teniendo entre la comunidad judía?

Fue publicada por Bambook Publishers y el editor se entusiasmó ante la idea de publicarlo. Creo que la acogida ha sido buena y sobre todo entre la comunidad sefardí de Israel. Tengo muy buena relación con el Presidente, Moshe Shaul, que además dirige la revista cultural judeo española “Aki Yerushalayim”. Cuando voy a Israel, me habla en ladino y me escribe algunas cartas en ese antiguo idioma, síntesis del español antiguo salpicado de palabras hebreas.


En su novela apunta a algunas de las consecuencias que trajo para España la expulsión tanto de los judíos como de los moriscos. ¿Cómo marcó eso el resto de nuestra historia?

Nos hizo bajar varios escalones a nivel cultural y científico. También nos apartó de los circuitos financieros que comenzaban a moverse en Europa. Si los sefardíes hubieran permanecido en España, ahora tendríamos veinte o veinticinco Premio Nóbel, mucho mayor autoestima a nivel cultural y científico, y probablemente estaríamos entre las primeras naciones del mundo a nivel económico. Al final cada pueblo se busca su destino.


Apenas existen diálogos en la novela y sí extensos monólogos, distintas historias que se suceden, dentro de la historia, para ilustrar mejor los hechos. ¿Por qué eligió el autor ese recurso?

Me pareció una manera mucho más directa de aprender sobre lo que ocurrió. La historia está bien hilvanada, y me pareció suficiente para presentar a esos personajes, que en primera persona nos acercan a lo que ocurrió. El libro se lee con avidez y tiene un gran ritmo. Esa forma de escribir la he empleado en varios de mis libros y me parece oportuna.


Algunas de las reflexiones del protagonista tienen mucho que ver con la libertad. Pero, al mismo tiempo, la esclavitud de otros está presente en toda la obra y nadie parecía cuestionarla.

En efecto, la libertad es nuestra meta y la esclavitud lo cotidiano. Somos esclavos de nuestros actos, de nuestras palabras y dueños de nuestros pensamientos y de nuestro silencio. En ese momento de la historia muy pocos eran dueños de su propio destino, y eso se demostró con los sefardíes.


Resulta sorprendente que nadie se rebelase contra el poder. ¿Fue realmente así? ¿No hubo ningún foco de rebelión, ya fuese entre judíos o entre moriscos?

Sí los hubo y ya en 1391 hubo algunas matanzas de judíos, precisamente por rebelarse contra el poder establecido y no agachar la cabeza. El coste de la libertad se mide muchas veces en la historia por la cantidad de sangre derramada. Gentes nobles como Álvaro de Luna pagaron su ansia de libertad con la cabeza. Hoy en día, de alguna manera sigue siendo igual. Lo importante es conseguir ser un espíritu libre, sean cuales sean las circunstancias que nos aprisionen.


Muchos judíos se marcharon antes del decreto de expulsión, tal vez porque sospechaban lo que estaba a punto de ocurrir. ¿Cómo se explica que no fuesen muchos más los que optasen por el exilio voluntario?

Los judíos estaban convencidos de que eran españoles, tanto como los vascos, los catalanes, los andaluces y los gallegos, tan iguales y tan diferentes como todos ellos. Llevaban aquí muchas generaciones y eran fundadores y creadores de una determinada cultura “hispánica” y, por tanto, jamás podían sospechar que algo así iba a ocurrir. La historia se ha repetido siglos más tarde con los judíos de Alemania, Austria y Polonia. A pesar de los progromos, los judíos nunca creyeron que iban a terminar en Auschwitz, o en Birkenau, o en tantos otros de los centenares de campos de concentración, llevados hasta ello por uno de los pueblos más civilizados y cultos de la historia de la humanidad.


Llama la atención la convivencia respetuosa entre judíos y moriscos en aquellos tiempos.

Desde la invasión de los árabes en el 711, los judíos hartos de la dominación visigoda y de sus crueldades, sirvieron de administradores, financieros, médicos y consejeros de los nuevos invasores. La relación anterior a la Declaración Balfour entre árabes y judíos era amistosa, a pesar de que el propio Profeta había terminado con los judíos de la Meca y de Medina para poder implantar la religión islámica. Hasta la declaración de la independencia del Estado de Israel, centenares de miles de judíos vivían en Irak, Irán, Siria, Arabia, Libia, Túnez, Marruecos, Yemen, etc. Después, prudentemente emigraron a Israel.


¿A qué cree que se debió el drástico cambio de los vecinos, que de repente se giraron contra los judíos con increíble saña?

El pueblo siempre está pendiente de hacia donde sopla el viento. El poder fuerza la sumisión y se aprovecha de la ignorancia. Los libelos contra los judíos propalaban falsas historias en contra de ellos. Por otra parte, la envidia de gentes diferentes – hay que reconocer que no se integraban en la religión cristiana y, por tanto, eran señalados como distintos, como los otros -, gentes más leídas y escribidas, más cultas, inteligentes porque cultivaban esa inteligencia, que se ayudaban entre sí y que normalmente escalaban con facilidad posiciones sociales, lograron que el odio se extendiera con rapidez.
De nuevo, en Alemania y Austria sucedió lo mismo, y los colegios de médicos, abogados, etc., expulsaron a los de raza judía porque se habían atrevido en muchos casos a destacar y a convertirse en los mejores.


¿Por qué sentían los Dominicos un odio tan desaforado y sobrecogedor por los judíos?

Los Dominicos eran los más fundamentalistas de entre las Órdenes existentes. Estaban muy cerca del Poder y en ese momento el Poder y la Iglesia tenían una vinculación muy directa, como ha ocurrido a lo largo de los siglos, prácticamente hasta la Revolución Francesa. Los Dominicos poseían la ignorancia de los integristas, es decir, una visión unidireccional de los sucesos y de la historia. El poder se lo proporcionaba su estrecha relación con la Inquisición. La envidia, las delaciones y la imposibilidad de unos juicios justos, incluso de defenderse, lograron que ese odio fructificara.


¿El exceso de celo de Torquemada tenía que ver con el hecho de que corría sangre judía por sus venas?

Es muy posible. De hecho, los conversos que ocuparon cargos en la Iglesia Católica, se convirtieron en muchos de los casos en los principales enemigos del judaísmo. En ello tenía que ver el complejo de inferioridad moral de haberse vendido.


En su novela cuenta que los judíos escondieron muchos de sus textos y reliquias en los cementerios. ¿Pudo recuperarse todo eso más tarde? ¿Aún existe alguno de esos cementerios judíos y, tal vez, antiguos textos por desenterrar?

Las “genizahs” o escondites hebreos siguen existiendo y, por supuesto, que seguirán apareciendo. Se han descubierto muchos y en los museos judíos se exponen muchos objetos y documentos recuperados. Pero también muchos se perderán para siempre al haberse perdido la pista, ya que si no los escondían adecuadamente, corrían el riesgo de que los encontraran y los destruyeran. En el Museo Judío de Tel-Aviv y en el Arqueológico de Jerusalén se pueden ver verdaderas joyas encontradas en “genizahs”.


David Meziel es sin duda, y a pesar de las circunstancias, un hombre afortunado. Tiene la suerte de aprender de grandes eruditos judíos y árabes. ¿Era común esa forma de compartir conocimientos entre ambas culturas?

Por supuesto. Como he comentado antes no existía una mala relación y menos aún entre los que pudiéramos considerar sabios o eruditos. Los clásicos griegos llegaron a Europa a través de los árabes, y muchas veces a través de las traducciones que sabios hebreos realizaron, porque en muchos casos eran bilingües y hablaban y escribían con soltura el hebreo y el árabe.


Shalom Sefarad es su décimo libro, si no me equivoco. ¿Cómo compagina la escritura con su profesión de arquitecto?

Actualmente estoy escribiendo mi libro número 17, además de un capítulo en una posible publicación de la Fundación Real Dreams, en la que he tenido el honor de escribir el capítulo dedicado a los reflexiones de Ben Gurión en el amanecer del 14 de mayo de 1948, horas antes de la Declaración de Independencia del Estado Judío, que significó la creación del Estado de Israel.
Con muchas dificultades compagino mi amor por la escritura con mi profesión como arquitecto. Pero estoy empeñado en dejar un pequeño legado, una gota de agua en el océano, en una serie de novelas históricas que tienen como base “el hombre en conflicto”. Intento realizar una escritura pedagógica y culta, tal vez eso impide su difusión en grandes tiradas, pero no me importa, ya que me siento satisfecho conmigo mismo y estoy convencido que los que los leen entienden el mensaje positivo que en ellas se esconden.


¿Para cuándo su próximo trabajo? ¿Puede adelantarnos algo?

Estoy terminando “Sudán”, una historia novelada sobre el Sudán de los últimos 50-60 años, mi protagonista llega a Sudán en 1950 y permanece ya ligado a ese país de una u otra manera hasta el fin de sus días. En ese libro se intenta explicar quiénes han sido los actores de la transformación de un paraíso como era el Sudán de mediados del siglo XX, en lo que hoy conocemos como uno de los lugares más conflictivos de la tierra. Por otra parte, el Islam político accedió al poder por primera vez en Jartum, en la personalidad de Al-Turabi como ideólogo de ese nuevo integrismo islámico-político, que ha asimilado la ideología radical desde Mawdudi, o al-Afghani, Sayyid al Qutb, o Hassan al-Banna, dando un giro radical en la creación de una Constitución Islámica, que está siendo la coartada para la destrucción de los pueblos animistas, y de culturas orales que van a desaparecer en muy pocos años.


Si quiere añadir algo más...

Me gustaría que mis libros se difundieran mejor, pero comprendo que para ello es preciso que las grandes editoriales cambiaran de criterio y se dedicaran a la cultura, en lugar de a los temas comerciales de intentar ganar el máximo dinero posible sin mayor interés cultural. Por suerte he dado con Editorial Almuzara y con la persona de Manuel Pimentel y su equipo, que han podido entender perfectamente esta filosofía, porque la comparten íntegramente.


Ha sido un placer leer su novela y tener la oportunidad de entrevistarle. Muchas gracias y mucha suerte en el futuro.

Ha sido también para mí un placer contestar a sus preguntas, que me han parecido inteligentes y muy razonadas. Me tiene a su disposición para cualquier colaboración en el futuro.
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sábado, 12 de julio de 2008

El constructor de catedrales - Michel Peyramaure

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Reseña - realizada por Pilar Alonso y publicada en www.ciberanika.com
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Editorial Styria
380 páginas
Género: Novela
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El prolífico y renombrado escritor francés Michel Peyramaure nos ofrece en esta ocasión una novela ambientada en la segunda mitad del siglo XII, en la ciudad de París, para narrarnos los primeros años de la construcción de Notre Dame.

Una novela que nos hace asistir al crecimiento de la urbe, al despuntar de la burguesía y a la persecución de los judíos, entre tantos otros temas, cuyo nexo es la construcción de la catedral, de la mano del maestro Jean y su discípulo Vincent, verdadero protagonista de la historia. Canteros, carpinteros, escultores, masones, vidrieros, herreros... todo un conglomerado que pulula alrededor de una de las obras arquitectónicas más hermosas de la cristiandad.

El poder y la ambición, la intolerancia, la pasión y la muerte dejan su huella en cada piedra de Notre Dame, en una época fascinante de la historia de Francia.


Opinión

Con esta novela, el autor añade una pieza más a la historia novelada de su país, incluyendo en la trama a personajes reales, e incluso una temprana Corte de los Milagros.

Gracias a su pluma asistimos al nacimiento del futuro hogar de Quasimodo, que inmortalizó Víctor Hugo, en una historia bien construida y narrada con elegancia.

Al comienzo de cada uno de los 9 “libros” que componen la obra aparece una carta, no siempre redactada por la misma persona, en la que da cabida a los pensamientos más íntimos de los protagonistas, en un estilo completamente distinto al resto de la novela y que, para mi gusto, resulta un poco recargado. Porque el resto está narrado en un estilo sencillo y ameno, sin excesivas florituras, y se lee con fluidez.

Tal vez lo más interesante de El constructor de catedrales sea la pasión de sus protagonistas por la obra que están llevando a cabo. Lo que mejor ilustra esta idea es la frase que figura en la contraportada, dicha por uno de sus personajes: “Sólo cuenta la construcción... la muerte no existe. Nosotros sobreviviremos a nuestra obra”. Ese deseo de inmortalidad tan presente en los grandes artistas y que aquí, aunque más anónima, también tiene cabida. ¿Quién no se ha preguntado alguna vez, frente a una construcción de ese talante, quién moldeó las figuras o colocó las piedras, quién ideó las vidrieras o las dimensiones de la estructura, cuántas personas lucharon por elevar algo tan perfecto y cuál fue el precio que tuvieron que pagar por ello? Creo que es uno de los mayores logros de Peyramaure en esta obra, lograr transmitir al lector esa pasión, ese arrebato, ese deseo de elevarse más allá de uno mismo y dejar constancia de su paso por el mundo.

No asistimos tanto a la vida cotidiana de la ciudad como al hecho concreto de la construcción de la catedral y todo lo que con ella tiene que ver y sí es cierto que he echado a faltar un poco más de historia, un poco más de miga.

Vincent Pasquier, discípulo del maestro Jean, es el eje alrededor del que gira toda la novela. Su aprendizaje, sus amores, sus pasiones, su trabajo... hilvanan una historia que no llega a atrapar al lector hasta el punto de ser incapaz de abandonar la lectura, pero resulta lo bastante atractiva como para continuarla.

Una novela bien ambientada, entretenida y con muchos puntos de interés.

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martes, 8 de julio de 2008

Un asunto pendiente - John Katzenbach

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Reseña - realizada por Pilar Alonso y publicada en www.ciberanika.com
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Editorial Suma de Letras
450 páginas
Género: Novela

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Duncan y Megan Richards son una familia normal. Tienen dos gemelas adolescentes y un niño, viven en una casa preciosa y han dejado muy atrás sus días de activistas de finales de los 60.

Sólo que, en 1968, tomaron parte en un atraco que se complicó y la mujer que dirigía la operación ha pasado 18 años en la cárcel.

Ahora ha salido, dispuesta a vengarse de las dos personas a las que considera responsables de lo que sucedió aquel día. Y empezará por donde más les duela: su hijo.


Opinión

A finales de la década de los 60, Estados Unidos era un hervidero político y social. La guerra de Vietnam dio lugar a que proliferaran grupos activistas, violentos en muchos casos, que trataban de destruir el sistema capitalista. Uno de ellos fue el conocido como Ejército Simbiótico de Liberación, un grupo armado en el que militó Patricia Hearst, nieta de William R. Hearst, el magnate de la prensa en el que Orson Welles basó su película Ciudadano Kane. Se hacía llamar Tania.

Y Tania es también el nombre en clave elegido por una de las protagonistas de la novela: la jefa del grupo Brigada Fénix, donde militaron Duncan y Megan Richards.

Katzenbach aprovecha así para hacer un recorrido por una de las épocas más conflictivas de la historia de Estados Unidos, e incluso hace alusión a la misma Patricia Hearst. Y esa etapa en la vida de todos ellos marca los acontecimientos que tienen lugar 18 años más tarde.

Con una prosa trepidante e incisiva, Un asunto pendiente narra la experiencia de un secuestro desde el punto de vista de todos sus personajes. Un ritmo que no decae y grandes dosis de suspense son las dos notas que mejor caracterizan este trabajo de Katzenbach, que ya sorprendió a sus lectores con El psicoanalista o Juicio Final.

Una estupenda novela para los amantes del thriller.

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viernes, 4 de julio de 2008

El médico del tiempo - Ann Benson

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Reseña - realizada por Pilar Alonso y publicada en www.ciberanika.com
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Editorial Grijalbo
563 páginas
Género: Novela

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En el siglo XIV, un médico judío de origen español, Alejandro Canches, deberá enfrentarse a la peor epidemia de la historia: la peste.

En el siglo XXI otra epidemia ha acabado con gran parte de la humanidad y un grupo de supervivientes, liderados por la también médico Janie Crowe, intentará que no vuelva a repetirse.

El diario del antiguo médico será el nexo que unirá ambas historias.


Opinión


El médico del tiempo, aunque de lectura independiente, es la continuación de Ruta de fuego y La plaga, donde los mismos protagonistas se enfrentan a idénticos problemas, y está planteado exactamente del mismo modo: dos historias, separadas por más de setecientos años, y con un nexo común.

La parte que está ambientada en el siglo XIV es una novela histórica en toda regla: un médico judío luchando contra la peste y el rescate de la hija de un rey como tramas principales. La otra parte se sitúa en un futuro incierto, con una humanidad diezmada y con escasos recursos para su supervivencia. En capítulos alternos asistimos al desarrollo de una y otra historia, a cual más interesante.

Tal vez una de las figuras más atractivas de la novela sea la de Geoffrey Chaucer, su participación en la historia y una hipótesis acerca del posible nacimiento de sus Cuentos de Canterbury.

Para quien no haya leído las anteriores obras de Ann Benson, o lo haya hecho hace mucho tiempo, el inicio de El médico del tiempo puede resultar un tanto confuso, ya que se dan por sabidos algunos hechos que no quedan debidamente claros. No obstante, a medida que avanza el texto, algunos de ellos pierden por completo el interés y otros resultan aclarados, al menos lo suficiente como para que la lectura no se convierta en una tarea imposible.

La parte histórica está tratada con esmero, bien ambientada y documentada, donde tienen cabida desde la persecución de los judíos a las intrigas políticas, pasando por rencillas, supersticiones, conquistas y costumbres varias, aunque en algunas cuestiones históricas, como que al parecer muchas mujeres (y hombres) supieran leer, me plantea ciertas dudas.

En cuanto a los episodios que se desarrollan en el siglo XXI, la autora ha sabido plantear con acierto los problemas a los que deben enfrentarse los pequeños grupos de supervivientes, en una era sin electricidad, agua corriente u ordenadores. La adaptación a las nuevas circunstancias, una especie de regreso a la Edad Media de la otra vertiente de la novela, resulta de lo más cautivadora y consigue que el lector logre plantearse muchas cuestiones relativas al hipotético fin del mundo y al modo de amoldarse a los cambios que conllevaría.

Ambas historias podrían sin duda convertirse en novelas independientes y el interés no decaería, quizás todo lo contrario, ya que el nexo que une a ambas no resulta tan estrecho como en obras anteriores.

El médico del tiempo es una novela que combina a la perfección la ficción histórica con el thriller futurista, un género en el que Ann Benson se desenvuelve con evidente éxito.


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martes, 1 de julio de 2008

La Artillera - Ángeles de Irisarri

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Reseña - realizada por Pilar Alonso y publicada en www.ciberanika.com


Editorial Suma de Letras
556 páginas
Género: Novela


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Tras los sucesos acontecidos el 2 de Mayo de 1808 en Madrid contra la invasión francesa, varias ciudades españolas declararon la guerra a Napoleón, entre ellas Zaragoza.

Ángeles de Irisarri narra el día a día en el interior de la ciudad de la mano de diez mujeres de distintas clases sociales y el modo de afrontar los dos sitios que sufrió Zaragoza. Agustina de Aragón, María Agustín o la condesa de Bureta son algunas de las protagonistas de esta novela.


Opinión


Ya cumplido el centenario de los hechos del 2 de Mayo, Ángeles de Irisarri se sumó al homenaje a aquellos hombres y mujeres que se enfrentaron contra el invasor y que lograron, contra todos los pronósticos, vencer al mejor ejército del mundo.

La Artillera sitúa la acción en el interior de la ciudad de Zaragoza y la visión no es tanto la guerra en sí misma como el papel que jugaron los habitantes de la urbe en el desarrollo de la contienda. Diez mujeres, la mayoría de ellas reales, protagonizan una historia que se desarrolla en el interior de los muros de la villa, proporcionando al lector la oportunidad de asistir a una guerra desde la “trastienda”. Sin olvidar el papel jugado por ejército y población civil, la novela se basa en el rol desempeñado por las mujeres e incluso por los niños y sin cuya ayuda el resultado podría haber sido muy distinto. Así, asistimos al cuidado de enfermos y heridos, el levantamiento de barricadas, el suministro a las tropas de comida, agua y munición, el desescombro de edificios destruidos, la llevada de noticias, la recogida de objetos de valor, la confección de prendas de vestir y, en algunos casos, incluso sustituyendo al soldado caído con el fusil o, caso de Agustina, con el cañón.

Heroicas mujeres que pasaron a la Historia y muchas otras cuyos nombres no se supieron jamás y que contribuyeron a que la ciudad de Zaragoza consiguiera sobrevivir a los dos asedios a los que fue sometida. Tanto unas como otras disponen ahora de su propia voz gracias a Ángeles de Irisarri que, en una prosa muy acorde con la época, narra sus aventuras y las enormes dificultades a las que tuvieron que enfrentarse: hambre, frío, bombas, peste...

Al inicio de la novela aparecen todas las protagonistas de una vez, dirigiéndose hacia un mismo lugar y, aunque al principio resulta un poco difícil saber quién es quién, la historia de cada una de ellas va perfilándose a medida que avanza la trama y sin duda cada lector sentirá preferencia por una u otra. En el caso de la que suscribe, se trata de la madre Rafols, un personaje increíble.

La Artillera nos ofrece además un recorrido por las calles de la ciudad, por sus edificios más emblemáticos, por sus gentes y por sus costumbres.

La autora ha sabido transmitir toda la tensión de aquellos días, la pasión, el desaliento y el valor y consigue que el lector vibre y se emocione, que sienta que le hormiguean las manos ante la necesidad de unirse a ese grupo de personas, con una aguja, un cazo o una bayoneta y que, al cerrar sus páginas, sea consciente de que cierra uno de los capítulos más heroicos de la historia de España.

Una novela bien documentada y escrita con esmero, con un ritmo ágil que hace que sus más de quinientas páginas no se hagan en absoluto pesadas, con sentido del humor y momentos de ternura, y con unas protagonistas admirables y bien retratadas que logran seducir al lector sin esfuerzo.

Una obra imprescindible para todos los amantes de la novela histórica y un referente para el bicentenario.
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Entrevista a Ángeles de Irisarri por "La Artillera"

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Realizada por Pilar Alonso y publicada en www.ciberanika.com
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Ángeles de Irisarri es colaboradora habitual de Heraldo de Aragón y ABC. Ha publicado varias novelas: Diez relatos de Goya y su tiempo, El viaje de la reina, Moras y cristianas, Las damas del Fin del Mundo, El año de la inmortalidad, Historias de brujas medievales, Trilogía de Isabel, la reina, Romance de ciego, Te lo digo por escrito...
Sus obras han sido galardonadas con el Premio Isabel de Portugal (1992 y 1994), el Premio Femenino Singular Lumen (1994), Premio Baltasar Gracián (1996), Búho de la Asociación de Amigos del Libro (1996), Sabina de Oro (2002) y el Premio Alfonso X el Sabio de Novela Histórica (2005).
La autora nos recibió en su hotel y fue un inmenso placer poder charlar con ella sobre su último trabajo, La Artillera, una novela ambientada en 1808, en los Sitios de Zaragoza.
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¿Cómo surgió la idea de escribir sobre Agustina de Aragón?

Ya me habían dicho en mi casa que Agustina de Aragón sería un buen personaje, porque cuando acabas una cosa y empiezas otra no sabes qué elegir. Llevo veinticinco libros editados y termina siendo dificultoso encontrar personajes. Luego, como sucede en la novela histórica, a veces hay de varios personajes varias novelas en las estanterías y convine en escribir sobre Agustina de Aragón con mi editor, con tan buena fortuna que además, fue pensarlo y acordarme que en este año que estamos se cumple el bicentenario. Así es que inmensamente feliz de que coincidiera.


Muchos héroes y heroínas anónimos en aquellos sucesos. ¿Por qué escogió la autora a estas diez protagonistas?

Escogí a diez, aunque también podría haber escogido a más o a menos, pero diez me parecieron más que suficientes para explicar la historia. Las verdaderas son las que más nombre tienen: Agustina de Aragón, Casta Álvarez, la condesa de Bureta... y aún así se sabe muy poco de ellas. De Agustina algo más, pero mucho mezclado con la leyenda, y de la condesa de Bureta también un poco, pero de las otras la verdad es que no se sabe casi nada. Ahí está la maña para escribir una novela con tan escasos datos.


En algunos momentos comenta la escasa atención que recibió Agustina por parte de algunos cronistas. Imagino que otras protagonistas de La Artillera aún recibieron menos. ¿Ha resultado muy ardua la tarea de documentación para la novela?

Bueno, como para toda novela histórica, hay que documentarse. En este caso ya tenía una cronología de los hechos. Además, hubo dos cronistas durante los sitios, el cronista oficial Alcayde y un funcionario del Ayuntamiento que escribió un diario y eso para saber lo que sucedió, desde luego en la primera parte de la novela, que es el día a día, ayuda mucho.


Al contrario de lo que suele suceder, en esta historia las mujeres son las protagonistas. Y la visión de la guerra muy distinta a la habitual.

Sí, las mujeres son las protagonistas, porque es el día a día y hacer una historia militar, pues ya hay muchísimas, hechas por militares..., incluso este mismo Alcayde empieza a hacer una historia militar de los hechos. Hay de españoles, de franceses... porque fue un tema muy utilizado a lo largo de todo el siglo XIX, ya que a fin de cuentas el pueblo español había vencido nada menos que a Napoleón. La primera derrota que sufrió fue en el Bruch, que no llegó a ser una batalla, fue una escaramuza, pero que fue la primera derrota que tiene en todo el mundo, y estaban sus ejércitos en Rusia en esta época. La segunda es ante los muros de Zaragoza, el 15 de junio, en la llamada Batalla de las Eras, donde una de las protagonistas de la novela se queda manca para siempre.
La guerra no es un hecho cotidiano, pero cuando se subleva Zaragoza el 24 de mayo, lo mismo que harán otras ciudades españolas, contra el emperador de los franceses, cuyos ejércitos en número de 140.000 hombres están ocupando España y no han venido a repartir caramelos precisamente, después del detonante del 2 de mayo, varias ciudades se sublevan, y ésta es una.
Y aparte de los problemas de la guerra, cada una de estas protagonistas va a tener su propia historia personal.


Personajes reales mezclados con ficticios. Supongo que Matilda y Marica, las prostitutas, son producto de la imaginación de la autora. ¿Qué otros personajes ha creado para la novela?

Matilda y Marica son ficticios, pero en muchos de mis libros salen prostitutas, que forman parte de la realidad desde que el mundo es mundo, y luego hay otro personaje ficticio, que es Quimeta, la hermana de Agustina. Porque no me parecía lógico lo que cuenta la historia o la leyenda sobre la llegada a Zaragoza de Agustina de Aragón, así que le puse una hermana e hice que venía a visitarla.


En un momento determinado, menciona a Gabriel Araceli, el protagonista de los Episodios Nacionales de Galdós. ¿Un homenaje, similar al que hace a Los tres mosqueteros de Dumas o a El Quijote de Cervantes?

Bueno, es que Gabriel Araceli me parece un personaje muy majo, y es muy importante la novela “Zaragoza” de Galdós. Es el primer novelista que se documenta en los periódicos y eso tiene también su miga. Es muy riguroso. Ves una noticia de Galdós en cualquiera de sus libros, te vas a la hemeroteca y allí está.

Es que cuando leía tu libro recordaba la novela de Galdós, el hambre y las penalidades que habían padecido durante el asedio.

Sí, fue un Sitio terrible. Comieron perro, comieron gato...
¡Y los muertos! Al principio de la guerra, antes de empezar el primer asedio, había 80.000 personas en Zaragoza y al final del segundo Sitio quedaban 12.000, porque en el segundo, aparte de las bombas, se desarrolló la peste, que se llevó más vidas que la propia contienda.



La novela está escrita en un estilo muy peculiar, muy acorde con la época, e imagino que no habrá resultado una tarea sencilla. ¿Qué autor o autores la inspiraron?

Bueno, ya llevo 25 novelas y he desarrollado un estilillo (risas), aunque hay algunas que tienen un lenguaje mucho más arcaizante, y a mis lectores les gusta. Leo a autores de la época para ver expresiones, como “Por el pronto” en lugar de “De pronto”, que me encantó cuando lo leí para esta novela. Ahora ya lo pondré en todas (más risas). Para esta novela, por ejemplo, he leído a Nipho, a Moratín y antes, para otras, a Valera, Galdós, Pereda... pero no quise releer “Zaragoza” de Galdós para no inspirarme.


Muchos edificios y monumentos fueron destruidos por los franceses. ¿Es la Zaragoza actual muy distinta a la ciudad que describe en la novela?

Zaragoza fue completamente destruida. Se conocía como la Florencia de España por lo bonita que era. Se tardó mucho tiempo en reconstruir porque, pasados cuarenta años, seguía prácticamente igual. Después de tanto valor, del vencer y morir, y de tanto esfuerzo, cayeron en una apatía total, cosa que es razonable también. Eso de las paralelas que cuento, los túneles que hacían los franceses, eso fue para vencer a aquellos “locos” de Zaragoza. Y Napoleón estuvo con los planos de Zaragoza, con los que salen en las guardas del libro, y ahí está los túneles bajo las calles, las paralelas de acercamiento. Cuando no podían por arriba, pues por abajo. Y metían unos bombazos terribles, y explotaba todo, toda la manzana.



Una de las cosas que más llaman la atención es la desinformación, el desconocimiento, las noticias que se contradicen y que recorren las calles de la ciudad continuamente, aumentando el desconcierto de los ciudadanos, que unas veces alaban a Palafox y otras lo maldicen, y donde todo el mundo parece tener una opinión formada sobre lo que hay que hacer.

Bueno, claro, no había móviles ni teléfonos y hubo días en que no salían los periódicos porque todos los reporteros estaban en las trincheras y, claro, cualquier noticia que va pasando de uno a otro se trabuca completamente. Fue todo un horror.


El primer episodio de Agustina de Aragón con el cañón, corríjame si me equivoco, parece más fruto de un impulso que otra cosa, y sin duda condicionó el resto de su historia. ¿Qué hay de verdad en toda la trayectoria posterior que figura en la novela tras su salida de Zaragoza? Que había logrado huir de los franceses en Navarra, que había estado en Soria, Teruel, Sevilla, Tarragona...

Bueno, las mujeres se habían dedicado a hacer de suministradoras de los soldados, a llevarles el botijo del agua, un trago de aguardiente, munición, a cargarles los fusiles... pero llegó un momento, en una de las puertas, en la del Portillo, en que todos los artilleros de la batería que había ahí estaban muertos y de entre todas esas mujeres salió una, que fue Agustina de Aragón, que le quitó el botafuego al moribundo y prendió el cañón, con tan buena fortuna que estaba bien apuntado, porque ya lo había dejado el artillero, y que causó un destrozo extraordinario entre los franceses, es más, se echaron a correr, porque tan valientes no eran. (risas) ¿Y entonces qué pasa? Pues que el propio comandante del puesto le quita los galones al pobre sargento muerto y se los impone a Agustina de Aragón, que es la primera sargento del ejército español.
Para mí, nada más bajar de la batería pisando muertos, esa mujer ya había entrado en la leyenda. ¿Por qué? Pues porque se dijo que el sargento muerto era su marido, cuando su marido estaba acantonado en un pueblo cercano, Belchite, que estaba embarazada, que llevaba al niño en los brazos, pues según algunos vino a Zaragoza con un bebé de unos dos años, Palafox al día siguiente le reconoció el grado de sargento y el sueldo...
Y sí, Agustina logró huir de los franceses en Navarra, y huyó hacia el sur. En La Rioja la atendió una familia. Después pasó a Soria, más tarde estuvo en el Sitio de Teruel, en Sevilla fue aclamada... Y después de la guerra se dedicó a hacer giras y a dar conferencias, por así llamarlas, y era aclamada en todas partes. También estuvo en Tarragona y ahí encontró a su primer marido, al que había estado acantonado en Belchite.


En la novela, la condesa de Bureta y su marido Pedro María Ric comentan lo distintos que fueron los dos sitios que sufrió la ciudad. ¿A qué fueron debidas esas diferencias?

En el primero se tenían más ganas. Pero, claro, otros dos meses de lo mismo, más la peste, resulta más duro. Sin embargo, en el segundo Sitio había mucha más tropa del ejército español.


Cuando las duquesas francesas visitaron la Santa Capilla parecían conocer muchas cosas acerca de las valientes mujeres aragonesas, hecho que sorprende a Ric. ¿Es cierto que sabían tanto acerca de ellas o es una licencia de la autora? Y, de ser así, ¿cómo había llegado esa información a sus oídos?

Bueno, los franceses mandaban espías continuamente y en Zaragoza también había una población de franceses y de vez en cuando la emprendían a pedradas contra ellos; los sacaban de sus casas y los metían en la cárcel para salvarlos de la población, luego los soltaban...
Algunos soldados, disfrazados de campesinos, entraban en la ciudad, e incluso traidores, y traían panfletos, instándoles a la rendición, o de repente llegaba un batallón de soldados franceses que quería rendirse y venían con bandera blanca. Era para entrar en la población. Ya que no podían hacer lo del caballo de Troya, pues trataban de entrar como fuera, aunque muchas veces no los dejaban pasar. Pero los que lo conseguían se enteraban de todo lo que pasaba, y por eso luego quisieron conocer a las heroínas. Y Agustina de Aragón, cuando se estaba muriendo de la peste en un convento, y se la llevaron a los campamentos franceses, la reconocieron, porque además llevaba su uniforme de sargento.



Las joyas que se llevaron las duquesas de Montebello, de Treviso y Abrantes del joyero de Nuestra Señora del Pilar ¿pudieron recuperarse, siquiera algunas?

De lo que se llevaron estas duquesas no se recuperó nada, pero inmediatamente se volvió a empezar el joyero. De todos modos, algo se salvaría, porque los canónicos ya se habrían ocupado de esconder cosas. Una de estas duquesas, la de Abrantes, escribió un diario íntimo, que estaba muy de moda entre las nobles, y ella misma contó que se había llevado de Zaragoza cincuenta esmeraldas sin engastar. Y ésas, en los años cincuenta, se subastaron en Londres. Todo esto me lo contaron los canónicos.
Pero no sólo fueron ellas. Tú cogías el zurrón de un francés y de allí salían cálices, patenas... todo lo que les cabía en el zurrón y hay que ver lo que hicieron en los monasterios, que fue terrible, y las multas que impusieron a las ciudades, aparte de llevarse el tesoro público y las cajas militares, que a los particulares les hicieron pagar una fortuna, hasta con joyas. Que entraban en un monasterio y no dejaban títere con cabeza, que hasta la Dama de Elche se llevaron. Y por ejemplo en el monasterio de las Huelgas, en Burgos, destrozaron todas las tumbas de los reyes de Castilla, excepto una, que es la única que queda, la del Infante de la Cerda. Y en San Isidoro de León, que tiene una cripta preciosa con pinturas románicas, única en el mundo, la usaron de caballeriza y mezclaron todos los huesos de todos los reyes. Arrasaron todo por donde pasaron.



El episodio que más ha logrado emocionarme ha sido el de la rendición de las armas, cuando a los miles de soldados se les da a elegir entre ser hechos prisioneros y llevados a Francia o jurar lealtad a José Napoleón I. ¿Siente Ángeles de Irisarri predilección por alguno de los pasajes o protagonistas de su obra?

Yo le suelo coger cariño a todos mis personajes pero en ésta me ha gustado mucho la condesa de Bureta o la Casta Álvarez y también me han gustado mucho las fulanas, son muy cándidas, las cosas que les pasan, y la mayor parte del tiempo no se enteran de nada...


Ángeles de Irisarri escribe, especialmente, sobre mujeres en la Historia. ¿Su próximo trabajo versará sobre alguna otra protagonista femenina? ¿Puede adelantarnos algo?

Será otra protagonista femenina, que hay mucho que hablar de las mujeres, pero, de momento, no se puede comentar (risas).


Si quieres añadir algo...

Decirte que me encanta que te hayas leído la novela y que he disfrutado mucho con esta entrevista.


Muchas gracias, Ángeles, y mucha suerte. Ha sido un placer.
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